La duración mÃnima suele ser de 5 años, aunque hay opciones de corta estancia (temporada de invierno o vacaciones).
Generalmente se exige 1 o 2 meses de fianza, reembolsables al final del contrato si el inmueble está en buen estado.
Depende del contrato. La electricidad, agua, calefacción e internet normalmente se pagan aparte.
Eso depende del propietario y de la comunidad de vecinos.